Lo que vas a ser, ¡ya lo eres!
El temor al cambio
Todas las flores de mañana se encuentran en la semilla de hoy — Proverbio Chino
Te doy una pista: lo que serás está inconsciente dentro de ti y gran parte de ello lo tienes reprimido. Al final del artículo verás cómo es que Carl Jung explica esto, pero antes es preciso cuestionarnos algunas cosas.
¿Crees que la evolución del universo tenga un límite? Y los seres humanos como manifestación del universo, ¿crees que haya un límite para la evolución o el desarrollo humano? (Salvo nuestra propia aniquilación, que también podría verse como una evolución del universo).
Parecen preguntas con una respuesta sencilla y en ese mismo sentido sería la respuesta para nuestro desarrollo personal. Espero que quien lea esto no piense que su desarrollo personal tiene un límite y además reconozca que, así como la evolución humana no tiene un límite, nosotros como representantes de esa evolución tampoco nos veamos limitados en nuestro desarrollo. En este sentido, ¿podríamos admitir que nuestro desarrollo personal es infinito?
¿Qué límite le impones a tu desarrollo personal?
El desarrollo, y mediante ello el cambio, es inherente al ser humano, sin embargo en mi vida cotidiana a veces se me dificulta aceptar plenamente esta idea. Me niego a pensar en el desarrollo (cambio), me digo a mí mismo que no lo necesito (que puedo detener el cambio) o que es un proceso personal que tendría que desarrollar solo y que un psicólogo no tendría por qué involucrarse, pero tampoco lo hago solo.
Muchos años de mi vida me hice a la idea de que yo era melancólico y aburrido. A pesar de haber estudiado psicología, me resistía a tomar terapia. Tuve que pasar por una crisis de ansiedad para llegar con urgencia a terapia. Todavía recuerdo esa primera sesión con quien después fuera mi maestro de psicoterapia integral. La sesión duró dos horas y media y fue el comienzo de un proceso increíble, doloroso a veces, difícil también, pero en el balance final, un proceso liberador.
Ahora pienso en retrospectiva que mi personalidad quizás no era muy óptima, pero era funcional en alguna medida y por eso me costaba tanto trabajo cuestionarla y aceptar cambios en ella. Mi personalidad funcional era la prueba viviente del refrán: más vale viejo conocido que nuevo por conocer.
El psicólogo y maestro espiritual Ram Dass lo explica como una dificultad a partir del ego.
Tu ego es una serie de pensamientos que definen tu universo. Es como una habitación familiar construida de pensamientos; a través de sus ventanas ves el universo. […] crees que para sobrevivir necesitas su manera específica de pensar. El ego te controla por mediación del miedo a la pérdida de identidad. Parece como si abandonar esos pensamientos equivaliera a eliminarte, de modo que te aferras a ellos.
Realidades relativas, en Más allá del ego.
Así como a veces sentimos un apego extremo y patológico hacia ciertos objetos y personas, creo que también podemos sentir un apego patológico hacia nuestra propia imagen psíquica, hacia lo que pensamos que somos.
Bien hace Jung en compararnos con nuestros ancestros primitivos, en mostrarnos que psicológicamente no estamos tan evolucionados. Si hacemos un esfuerzo por recordar cómo plasman en las películas el estereotipo de los cavernícolas, podremos recordar que ante cualquier novedad reaccionan con temor y agresión. Dice Jung «esta resistencia (a menudo feroz) es típica de la psicología de las sociedades primitivas, que por lo general son conservadoras y tienen fuertes tendencias misoneístas. Todo lo nuevo y desconocido les causa un miedo contundente e incluso supersticioso.» Parecemos cavernícolas cuando algo nuevo (que desconocemos) cuestiona nuestra estructura mental y entonces lo rechazamos.
Cuanto mejor aceptemos la idea del cambio en nosotros mismos, estaremos con mayor disposición a él. Incluso los cambios externos podrán tener menor impacto en nosotros. En mi caso no es que NUNCA más tenga resistencia al desarrollo personal, que SIEMPRE acepte plenamente los cambios externos y que NINGÚN cambio me afecte. Todavía me resisto y me cuesta trabajo aceptar los cambios, algunos más que otros. Tal vez algún grado de resistencia sea permanente en mí, no lo sé, pero reconozco sin duda que tengo una mejor disposición que antes de tomar terapia. Ahora me resulta más funcional aceptar que el cambio es inevitable y bajo esta idea intento tomarlo como aprendizaje para mi desarrollo en lugar de tomarlo como una amenaza a mi estabilidad.
Aceptar que el desarrollo personal es infinito, también implica reconocer que estamos inacabados, que no somos perfectos y probablemente nunca lleguemos a serlo.
¿Por qué ya somos lo que seremos en el futuro?
Si seguimos en la idea de que el desarrollo humano y por lo tanto el personal, son infinitos, cabría preguntarse de dónde surge lo infinito. ¿De dónde surge nuestro desarrollo personal y nuestro ser más auténtico? Para mí, la respuesta es eso que hasta ahora hemos podido llamar alma (psique); la representación humana de la unidad fundamental, la integración alquímica del consciente y el inconsciente donde la dualidad se funde. La unidad donde el pasado y el futuro se funden en el ahora.
Hoy somos lo que seremos en el futuro porque el potencial está (ahora) dentro de nosotros.
Tal vez de primera instancia te parezca una frase motivacional “barata”. Pero permite que Carl Jung te lo explique:
Siempre estamos descubriendo algo nuevo sobre nosotros mismos. Casi todos los años sale a la luz algo que no conocíamos. Cada vez pensamos que ya hemos llegado al final de nuestros descubrimientos. Pero no es así. Seguimos descubriendo que somos esto, aquello y muchas otras cosas, y en ocasiones hacemos unas experiencias sorprendentes. Esto muestra que siempre hay una parte de nuestra personalidad que todavía es inconsciente, que todavía está llegando a ser: estamos inacabados, seguimos creciendo y cambiando. Sin embargo, la personalidad que seremos dentro de un año ya está aquí, pero en la sombra. El yo es como una figura que se mueve por una película. La personalidad futura todavía no es visible, pero estamos avanzando, y poco después ya podemos ver el ser futuro. Naturalmente, estas potencialidades forman parte del lado oscuro del yo. Sabemos muy bien lo que hemos sido, pero no qué vamos a ser.
Primera conferencia, en La vida simbólica.
Ser finalmente (o inicialmente) yo — Diana Guevara
- Lo que vas a ser ya lo eres, a menos que te resistas al cambio y sigas reprimiendo lo que eres.
- Lo que vas a ser ya lo eres, sólo hace falta que confíes más en el cambio y lo permitas aunque sea un poco y cada vez un poquito más.
- Lo que vas a ser es una versión más auténtica de ti, es una versión más completa de ti porque integras los contenidos de tu sombra en tu personalidad consciente.
Creo en mí, confío en mí. Soy simplemente lo que siempre fui — Adanowsky, canción «Lo que siempre fui»